Las personas con hiperhidrosis axilar tienen nervios hiperactivos que activan las glándulas de las axilas, produciendo un sudor excesivo e innecesario en las axilas. Aunque la sudoración puede ser un efecto secundario de medicamentos o afecciones médicas, la hiperhidrosis primaria es una afección médica en sí misma.
Aproximadamente el 2-3% de la población estadounidense padece hiperhidrosis, y afecta por igual a hombres y mujeres. Según la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis, los estudios demuestran que se trata del trastorno del sudor más común, que afecta al 68% de los participantes en el estudio.
Además, las investigaciones muestran que la afección puede ser genética, por lo que si un miembro de la familia padece hiperhidrosis, es más probable que usted la herede.
Este tipo de sudoración excesiva en las axilas suele comenzar durante la pubertad, pero los síntomas pueden aparecer hasta los 25 años. Curiosamente, quienes padecen hiperhidrosis axilar primaria no experimentan síntomas mientras duermen.
Síntomas de la hiperhidrosis en axilas
Los síntomas de la hiperhidrosis pueden incluir:
Bañarse o cambiarse de camisa varias veces al día debido a marcas o manchas de sudor
Sudoración repentina y excesiva debajo de los brazos independientemente de la temperatura o la actividad física
Evitar situaciones sociales o sentir ansiedad debido a la sudoración axilar
Hable con su médico si cree que padece hiperhidrosis en axilas. Su médico de cabecera puede remitirle a un especialista o ayudarle a determinar los mejores tratamientos o medidas a tomar.
Efectos secundarios de la hiperhidrosis en axilas
Las personas que padecen hiperhidrosis axilar pueden experimentar una serie de efectos secundarios físicos y psicológicos más allá del sudor intenso, entre los que se incluyen:
Reducción de la confianza o la autoestima
Pérdida de concentración en el trabajo
Miedo a las situaciones sociales
Ansiedad ante la sudoración
Para las personas ajenas a la enfermedad, la sudoración excesiva en las axilas puede parecer una afección estética que no tiene efectos secundarios graves. Pero preocuparse constantemente por el aspecto de las marcas de sudor en las axilas puede hacerle vulnerable a la ansiedad y la depresión y afectar a su calidad de vida en general.
Rehuir los focos también puede repercutir en su carrera, impidiéndole buscar ascensos o progresar profesionalmente.
La buena noticia es que esta afección es 100% controlable…